domingo, 17 de noviembre de 2013

Kimsooja: “La inmovilidad sólo se puede revelar a través de la movilidad y viceversa”

A Needle Woman, 1999-2001

Nacida en la población surcoreana de Taegu en 1957, Kimsooja tuvo una infancia nómada debido a un padre militar obligado a trasladar su residencia de forma periódica. En Corea existe la costumbre de envolver los objetos preciados de la familia cuando hay una mudanza, en una especie de hatillo de tela denominado bottari elaborado con colchas tradicionales del país asiático.

Architecture of Vulnerability.

Esta introducción es relevante para entender algo de la obra de esta artista, especialmente por lo que toca al bottari, elemento que se puede ver con frecuencia en sus performances, en sus fotografías o en sus vídeos. Un objeto al que la artista dota de connotaciones relacionadas con “la mujer, el sexo, el amor, el cuerpo, el sueño, la privacidad, la fertilidad, la longevidad y la salud”, tal y como se afirma en una reseña sobre la artista que se puede leer en la web del Museo Reina Sofía.

House is not a Home.

Bottari que para Kimsooja representa “la abstracción del personaje, una abstracción de la sociedad y de la historia, y del tiempo y de la memoria”, un lugar “de nacimiento, de amor, de sueño, de sufrimiento y de muerte; un fragmento de vida”.

Lotus Zone of Zero Plateau.

Y la movilidad, personas que se mueven por calles de ciudades abarrotadas, las interacciones de la artista con ese movimiento constante incluso desde el inmovilismo, son parte de algunas de las performance que ha llevado a cabo en distintos contextos urbanos superpoblados.

Bottari Truck.

“La constante interacción entre la movilidad de las personas en la calle y mi propia inmovilidad en el lugar, se activan en el transcurso de la performance dependiendo del contexto social, las personas, la naturaleza de la ciudad y de sus calles”, afirma Kimsooja convencida como está de que la “inmovilidad solo se puede revelar a través de la movilidad y viceversa”.

Mumbai Le Moulin.

Ella elige los lugares de sus acciones en función de criterios de “población, conflictos, cultura, economía e historia, y la decisión de mantenerme inmóvil ocurre de repente, como un trueno o un momento zen, cuando el conflicto entre la extrema movilidad del mundo exterior y el vortex de silencio en mi mente se traslada a mi cuerpo”.

Mandala Chant for Auschwitz.

Kimsooja dota al mismo tiempo a sus obras de silencio, de una suerte de aislamiento en medio de los sonidos de la ciudad o de los cánticos gregorianos, tibetanos o islámicos, con un papel fundamental de la respiración, a veces, el único sonido que se escucha en sus instalaciones y que crea un puente entre la vida y la muerte, siempre con la idea de querer dar sentido a lo que la rodea.

2 comentarios:

casss dijo...

La vida es movimiento. A veces eso me produce vértigo. Qué bueno plasmar esas sensaciones profundas que nos marcan en mensajes tan interesantes. La abstracción en un objeto que marca su obra.

Un fuerte abrazo.

Alfredo dijo...

Un vértigo que en contextos urbanos superpoblados es mucho más evidente y que nos obliga a vivir a un ritmo que no tiene mucho que ver con el ritmo vital de los seres humanos.

Un beso!